Es una de las noticias de mes de Julio, y probablemente lo sea también del mes de agosto: no quedan coches de alquiler ni en Baleares ni en buena parte del litoral español.
La reducción del volumen de las flotas unida a la falta de financiación para la adquisición de nuevos vehículos en un contexto de crisis empieza a tener sus primeras consecuencias: todavía no hemos llegado al ecuador del verano y hay puntos calientes del turismo español donde no queda ni un solo coche disponible hasta el mes de Septiembre.
Otra de las principales consecuencias de esta reducción de flotas (en más de 30000 vehículos según las asociaciones de sector) es que se ha elevado el precio del alquiler por día debido al aumento de la demanda.
Este impacto se ha dejado notar especialmente en el archipiélago balear y en la costa catalana, donde representantes del sector alaban el ajuste ya que en esta región los precios por día habían llegado a ser de hasta 10,00 € debido a la enorme oferta y el gran número de intermediarios.
Las previsiones se han desbordado y las principales marcas del sector están tratando de reforzar las flotas con vehículos fletados en barco desde la Península, pero la alta ocupación de los ferrys está complicando esta iniciativa.
En el primer semestre del año, las matriculaciones a nombre de compañías alquiladoras han descendido un 60% mientras que la llegada de visitantes extranjeros a España, que no son los únicos que alquilan, bajó solo el 11%.
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