Estudios realizados por el RACE y otros organismos desvelan que España el uso del cinturón de seguridad sigue sin estar lo suficientemente extendido, a pesar de las numerosas campañas de la DGT en este sentido.
Los datos son alentadores: el porcentaje de fallecidos en tráfico que no utiliza el cinturón de seguridad se ha reducido desde el 34% en 2003, al 22% en el 2008, alcanzándose según datos de la DGT un nivel de uso del 95% en las plazas delanteras y de un 70% para los ocupantes traseros.
Pero es sobre todo dentro de zonas urbanas, donde podemos encontrar conductores y pasajeros que prescinden del uso del cinturón, y es evidente que no son conscientes de que haciéndolo se exponen a un gran riesgo de sufrir lesiones aunque sea a bajas velocidades muy bajas.
A pesar de los reiterados mensajes sobre la necesidad de uso del cinturón de seguridad, los niveles de uso son aún muy bajos especialmente en las plazas traseras en trayectos urbanos. Además, y según un barómetro de opinión encargado por la DGT en 2008, un 5,3% de los conductores de turismo que llevan niños reconocen que no siempre les sientan en sus sillitas reglamentarias o con el cinturón y el 6,7% afirma que no siempre se abrocha el cinturón de seguridad cuando va sentado en el asiento del acompañante.
El Reglamento General de Circulación obliga al conductor y a los pasajeros, tanto de los asientos delanteros como de los traseros, a llevar correctamente abrochado el cinturón de seguridad o el dispositivo de retención cuando vaya a realizar cualquier trayecto de vía urbana o carretera. |